El pasado 14 de Marzo en medio de una situación llena de incertidumbre, difícil para todos, José Luis Gutierrez, Guti o Don Guti para los amigxs publicó en su muro de facebook un vídeo, en él nos etiquetaba apenas a 24 amigos con un texto escrito desde el corazón, como siempre. El mensaje era claro, un agradecimiento a todxs los que se quedaban en la ciudad y un recuerdo, una mirada hacia todo aquel saber, aquellos cantares que quitaron el miedo y aliviaron las situaciones difíciles (las guerras, el hambre, las calamidades) en las generaciones que nos precedieron. Lo acompañaba una ronda, un cantar sencillo, como siempre cantaron nuestros mayores.
La respuesta fue exponencial, en apenas horas decenas de personas apoyamos el mensaje, respondimos cantando, espantando el miedo. En nuestro caso sin mediar palabra ni mensaje, hicimos lo que sentíamos en un momento en el que intentábamos centrarnos mientras nos asolaba una mezcla de perplejidad y preocupación. Creo que ninguno imaginamos en ningún aspecto de la vida, lo que vendría después. En cuanto a esta red social, nació un movimiento que cogió el nombre de Rondadores Contra el Virus. Cantares y saberes viejos en medios nuevos que recogía todos los aprendizajes de gentes muy dispares, guiados por aquellos a los que admiramos. Rápidamente aquella vorágine de publicaciones cogió forma en un grupo de facebook que poco a poco se iba llenando de caras conocidas y otras que acabaríamos conociendo.
En apenas días se generaron ciertas dinámicas, cada uno aportaba con publicaciones y comentarios lo mejor de si mismo. Los vídeos han sido el mecanismo principal, para articular la inmensidad de material generado en cincuenta días. La mayoría atendía a las propuestas que Guti que día a día nos iba desgranando cual maestro de ceremonias. Aunque esta iniciativa ha sido totalmente abierta y participativa y no ha tenido requisitos de ningún tipo y han sido bienvenidas todas la publicaciones. Los medios de los que disponíamos en general han sido limitados, apenas una la cámara frontal del móvil, pero eso no ha sido para nada algo importante. Por nuestra parte tampoco supimos muy bien como aportar en los detalles, no sabíamos a quien etiquetar para no molestar, al final fue algo arbitrario y a veces sin sentido, pensando que seguramente hayamos metido la pata más de una vez.
El repertorio escogido al inicio de las publicaciones fueron las rondas, pero luego vinieron las nanas, las retahílas, las adivinanzas, el baile, las canciones picaronas, los cuentos, los recuerdos... y una larga lista en la que los romances tuvieron un papel especial, con desafíos y una página paralela Romances Contra el Virus para poder ordenar tanto material.
La máxima de utilizar el mismo material que utilizaron nuestros antepasados para quitar el miedo era una máxima aportada por Eusebio Mayalde que Guti juntaba al sentir de cantar para espantar el miedo, un miedo que corría el riesgo de transformarse en sentimientos mucho peores. No con estas palabras, pero más o menos, esa misma idea trascendía en muchos de los textos y vídeos, así como entrevistas.
Con los días se sumó más y más gente al grupo animándose a participar, los hubo que lo hicieron diariamente, quien fue más esporádico, fugaz o lo hizo atendiendo a las propuestas que citábamos antes. Todas bienvenidas y echando la vista atrás, hoy no veo que sobresalgan los egos, he sentido un aire de sencillez en el que tantas y tantas veces se repetía el: aquí va mi/nuestra humilde aportación.
Sin buscarlo también llegó la repercusión, en la primera semana estuvimos hablando en Radio Bierzo Cadena Ser de esto, pero luego llegaron medios, provinciales, autonómicos hasta llegar a los nacionales. Veíamos aun con sorpresa como eso en lo que tantos andábamos metidos formaba parte de las noticias del telediario.
Fueron días de dedicarle a esta experiencia lo que podíamos, no fuimos los más activos, no fuimos los que más pendientes estuvimos, sin duda unos más. Pero creo que a la mayoría nos sirvió para conocer gente, para disfrutar de cosas bonitas, para abstraerse de redes llenas de miedo que se tornaba odio, de una televisión de la que muchos huían porque a veces no daban sintonizado un tema o programación diferente al virus. Quizás, como se decía en el mensaje de despedida, se tejieron grandes redes y eso fue lo más importante.
Para muchos nos sirvió de entretenimiento, nos mantuvo la cabeza ocupada, nos emocionó decenas de veces y consiguió hacernos más llevaderos los días más duros de un confinamiento que a muchos se nos hizo largo.
He visto que muchos no han entendido porque los rondadores, esto que simplemente es un grupo de facebook llegaba a su fin. Seguramente no sabría explicarlo bien, pero con una situación diferente que se abre a un futuro todavía incierto ya no tiene el sentido que con que se inició y este pasaría a ser otro grupo más en la inmensidad de la internet. El día 3 de Mayo a las doce de la noche se cerraron las publicaciones y quedará un archivo muy grande para todo aquel que lo quiera visitar o incluso compartir, fruto de un momento como nunca habíamos vivido. Los números a día 2 de Mayo nos siguen asombrando (casi 15.000 miembros de 63 países con vuestras 7000 publicaciones y los más de 500.0000 likes y comentarios), al menos bajo nuestra perspectiva (siempre pensamos que somos unos freaks). Y esto en facebook pero en instagram a día de ayer también pasaban de un centenar de publicaciones y otros usuarios también utilizaban otras plataformas como youtube.
Posiblemente todavía no tengamos la perspectiva para valorar ni esta iniciativa ni lo que han sido para nosotros el último mes y medio. Y puede que nos puedan ahora mismo los sentimientos encontrados, pero nos apetecía publicar esta entrada en la que recogiéramos unas notas subjetivas sobre esta experiencia. Por ello no hemos querido incluir ninguna imagen más que la que hemos cogido de la portada del grupo, ese montaje tan bonito de Ferreruela de Tábara. También sería injusto no decir que hubo un grupo de amigos que se dedicó a tirar del carro, que moderaron con acierto el grupo y que estuvieron ahí desde el principio hasta el final. Tampoco quisimos hacer ninguna mención a ninguno de los participantes, sería injusto con todos los demás y especialmente todos aquellos que ni siquiera hemos podido llegar a ver. Seguramente nos hemos centrado y se nos vienen a la cabeza los que nos resultan más cercanos, acordándonos de aquellxs amigxs que echábamos tanto de menos y de gente a la que profesamos admiración.
Agradecemos el haber podido estar bien como para haber formado parte en nuestra medida de todo esto. Y aunque esto se acabe, muchxs de nosotrxs, antes o después (esperemos que antes) volveremos a encontrarnos y a compartir. Además la mayoría seguiremos creando contenido y subiéndolo a nuestros perfiles, así que no es un final definitivo.
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