Llevamos años viendo impasibles
como se retuercen los datos en aspectos relacionados con el folclore en general
y la música o baile tradicional en particular, especialmente en nuestra comarca.
Ante esto lo más que hemos hecho hasta el momento es intentar divulgar a favor
de un relato coherente con los datos e información que tenemos, aunque también
nos ha dado para mantener alguna conversación en el ámbito privado o muy rara
vez un comentario en redes sociales.
Y es que la materia de la que
hablamos, permite una fácil y cómoda distorsión. Hemos pensado que quizás, sin
atacar, pero contrastando datos; es positivo el dar nuestro personal punto de
vista. Nunca vamos a tener una verdad absoluta sobre estos temas, en ocasiones
los datos serán interpretables y puede haber diferentes propuestas totalmente
válidas. Pero igual llegó la hora de dejar de mirar para otro lado cuando se
retuerce un argumentario para sacar algún tipo de rédito.
Y todo esto viene a colación de la
emisión el pasado viernes día 9 de noviembre del programa Luar de la Televisión
de Galicia. En él participó un grupo folclórico berciano dando muestra de su
trabajo. Vaya por delante, que este y otros colectivos, hacen una labor
cultural y social en la comarca y todos sus componentes merecen todo nuestro
respeto. Pero una vez más, escuchamos un discurso falaz, unos datos erróneos,
que si bien no lo consideramos como una mentira, si como una verdad a medias.
Llegado el punto, creemos que lo mejor que podemos hacer es aportar es los
datos de los que disponemos sobre esta temática (seguro que hay muchos más) y
que con ellos cada uno también pueda sacar sus propias conclusiones, pues
nuestra intención es como siempre la de investigar, enseñar, divulgar, publicar. Y nunca atacar, desprestigiar o difamar
ninguna labor. Labor, que si fuera más sincera, además contaría con todo
nuestro apoyo, por muy insignificante que este pueda ser.
Este viernes se pudieron escuchar
en directo y ahora también por internet, datos sobre las Danzas en nuestra
comarca, datos que hemos escuchado con paciencia y en numerosas ocasiones (como
en actos y festivales de bailes regionales locales). Muchas de esas
afirmaciones difieren de los datos que hemos ido recopilando, pero esta vez contaban
además con el altavoz que significa la televisión en un programa y canal con
una audiencia muy importante. Aquí el enlace del programa en cuestión: http://www.crtvg.es/tvg/a-carta/con-melody-e-davide-salvado-4210295
Comencemos pues con una humilde
exposición sobre la realización de Danzas de carácter ritual en Ponferrada.
Desde el S. XVI y en siglos posteriores tenemos datos de estas Danzas gracias a
la labor de investigación de historiadores que en sus trabajos han publicado
reseñas sobre contratos, encíclicas, órdenes y otros datos relativos a estas
celebraciones.
Acercándonos a una época más
reciente a la que se puede remontar la memoria oral y colectiva podemos
encontrar en “El Vierzo. Su descripción é Historia. Tradiciones y Leyendas” de
Acacio Cáceres Prat publicado en 1883, dentro de un capítulo dedicado a la
fiesta de la Encina el siguiente texto: En
Ponferrada mismo, una danza de niños (que en un tiempo presidió el célebre
Calaverote) precede la procesión de la Virgen de la Encina por las calles del
pueblo.
Gracias al libro “El estio
festivo” de Julio Caro Baroja publicado en 1984, sabemos de de la realización
de una Danza en Ponferrada hace no tanto. En este libro podemos
leer lo siguiente:
<<La señorita
Dolores Álvarez Prida, a la que debo interesantes comunicaciones acerca del folklore
asturiano y leonés, me envió, en 1949, el informe siguiente acerca de los
danzantes de Ponferrada, la curiosa población leonesa: “Los llamados danzantes
de la provincia de León, ayuntamiento de Ponferrada, salen el 8 de septiembre,
día de la fiesta de la patrona de aquella villa, llamada Nuestra Señora de la
Encina. Son generalmente doce, más el jefe al que llama el Calaverote. Por la
mañana, después de la misa, tiene lugar la procesión. En el momento de salir la
Virgen de la iglesia se detiene y entonces los danzantes forman ante ella una
pirámide compuesta de cuatro hombres en la base, tres sobre los hombros de
éstos y uno encima, que recita una alabanza a la Virgen. Después, nuevamente en
marcha la procesión, bailan en dos filas frente a frente al compás del tamboril
y de una enorme castañuela que toca el Calaverote, llevando cada uno de ellos
un arco de flores, por encima de su cabeza. A trechos caminan sin danzar,
llevando siempre sus arcos de flores. Finalizada la procesión delante de la
iglesia, danzan nuevamente alrededor de un palo, de cuyo extremo superior
penden tantas cintas como danzantes; cada uno de éstos, tomando con sus manos
el extremo libre de la cinta, danza, entretejiéndose estas cintas. El público
que les rodea suele recompensar su danza, a la que llaman “obra”, con algunas
monedas.
>>Repiten su trabajo frente al ayuntamiento y
las casas particulares de más relieve en el pueblo, recibiendo en todas partes
como compensación más o menos dinero, según las posibilidades de cada uno.
>>El traje que
visten se compone de dos o tres enaguas blancas, muy almidonadas, y una
camisola de hombre, muy bordada en la pechera. Llevan muchas cintas de colores
atadas en las mangas con grandes lazos, una en la muñeca, otra en el antebrazo,
otra en el codo y finalmente otra en el brazo. A la cabeza llevan un pañuelo de
colores, atado en la nuca y encima un cucurucho tejido de paja, con cuatro cara
planas, en cuyos frentes ponen retratos de familiares, y en la parte alta del
cucurucho un grupo de cintas de colores, y para sujetar el ya citado cucurucho
llevan una especie de barbuquejo>>.
También el folclorista Amador
Diéguez Ayerbe hacía referencias a veces
muy vagas a la existencia de esta Danza en Ponferrada, reflejando en varias pinturas
de carácter costumbrista su interpretación de la misma. Como por ejemplo en el
cuadro pintado por el mismo Amador y que se puede ver en la Basílica de la
Encina de Ponferrada en la sacristía que se encuentra a la izquierda del
retablo mayor y que sirve además sirve como salida lateral en las celebraciones
con gran número de asistentes. También nos consta (pero en el recuerdo) una
grabación que realizó el propio Amador en la que preguntaba sobre aspectos de
la Danza como sus personajes y que forma parte de su archivo personal que hoy
se encuentra repartido entre particulares e instituciones.
Danza Fornela en Ponferrada en las Fiestas de la Encina 1967 Foto: Ubaldo E. Fdéz. Barcia |
Nosotros poco más sabemos de esta Danza en Ponferrada. No conocemos más datos. Eso sí, esta ciudad ha acogido por diferentes motivos (especialmente la celebración de las fiestas de la Encina), la realización de Danzas de otras localidades, con especial relevancia las del Valle de Fornela que visitaron la ciudad en diferentes ocasiones. Estas Danzas Fornelas a día de hoy, todavía siguen vivas sin ningún proceso de folclorización. Entendemos que las diferentes descripciones de esta Danza ponferradina, poco coinciden en aspectos básicos con lo que se pudo ver el pasado viernes directo o en sus anteriores representaciones durante todos estos años.
El Sapín con vecinas de Molina y el palo de las Cintas |
También se hablaba este viernes y en otras muchas ocasiones, de la Danza que se realizaba en el S.XX en la localidad de Molinaseca, próxima también a Ponferrada. Sobre esta Danza tenemos muchos más datos y de diferentes fuentes. Por un lado tenemos las descripciones escritas y por otro el testimonio de personas del lugar que vivieron, participaron o recuerdan esta Danza, que creemos se dejó de interpretar (como bien se dijo), a mediados del S.XX.
Respecto a las fuentes escritas
podemos citar las siguientes:
Dentro del libro “Vocabulario del
Bierzo” de Verardo García Rey publicado en 1934, encontramos las siguientes
definiciones relacionadas con la danza de Molinaseca:
CARAVELOTE. M.
Persona que hace el gracioso en el festejo de la danza. Toman parte, en la de Molinaseca ocho danzantes, un joven
vestido de mujer, el caravelote y el tamborilero. Este guía el baile. Se
ejecuta en dos filas de a cuatro, avanzando y retrocediendo y dando vueltas y
saltos al terminar cada tonada musical.
Figuran también, como partes de la danza, el juego de palos, banderas y cintas.
Durante todos ellos, el joven vestido de mujer baila, irrita al caravelote que
le persigue, así como a los chicuelos
que, en gran número, presencian el festejo.
DAMA. F. Mozo
vertido de mujer, que hace de gracioso en la danza.
PALITROQUEO. M. Juego de palos. Es uno de
los números de la danza bailada en el Bierzo por los mozos de Molinaseca
Otra fuente escrita es la que
describe la parte musical. Pues el 27 de Agosto de 1946 el recopilador Juan
Tomás copia en partitura 9 tonadas al tamboritero residente en Molinaseca
Victoriano Prieto Becerra, conocido como el Sapo o Sapín. Entre los números 249
y 257 de la Misión número 19 que realiza Juan Tomás, aparecen tres temas con
relación a esta Danza: Danza de las
cintas, Danza de paloteos (la Valenciana) y Danza de paloteos. De la
primera dice: en esta danza, los que
bailan, van trenzando unas cintas de colores que penden de un palo, que aguanta
uno de ellos, situado en el centro del corro y luego las destejen haciendo las
evoluciones pertinentes. De la segunda figura tras la ficha el siguiente
texto: Danzada por hombres solo provistos
de palos cortos y recios que dan golpes rítmicos en el momento de que la música
lo exige. No da detalles el tamboritero de esta danza. Y en la tercera y
última ficha figura: Tienes las mismas
características que la anterior. El tamboritero no da ningún detalle. No hemos
encontrado más detalles en esta fuente al respecto. Si analizamos el
trabajo de Juan Tomás encontramos que es parcial y a veces de poca calidad,
pero en apenas unas líneas consigue condensar bastante información, a pesar que
en la partitura solamente aparece la melodía de la flauta, por lo que
desconocemos si el tambor toca o que dibujo rítmico realiza.
En el cancionero berciano escrito
por Federico Fernández Luaña y con recopilación de músicas de Amador Diéguez
Ayerbe publicado en 1977, también encontramos la misma melodía en la sección
Danzas con el título: Danza con tamboril.
Y en la misma partitura figura entre paréntesis: Danza de las cintas, pero tampoco hay más referencia. Recordemos
que la voz usada popularmente en la zona para el instrumento que interpreta el
tamboritero, es tambor y no tamboril, como figura aquí. Tampoco hemos escuchado
este tema en las grabaciones que han llegado hasta nosotros del trabajo de
recopilación de Amador Diéguez. Algunas de las piezas de este cancionero si
están contenidas en estas grabaciones, encontrándose una parte importante de
las mismas en la Fonoteca de la Fundación Joaquín Díaz.
Adelino Rodríguez Arias |
De hecho, recordamos
conversaciones sobre este tema en la nos exponían que la relación entre la
Danza y la música de Procesión provenía de la suposición de que esa música
fuera la misma. Una hipótesis, al menos en aquel momento. Hoy desconocemos si
hay nuevos datos de este detalle.
Respecto a los testimonios, es
cierto que se realizaron entrevistas preguntando por la Danza en Molinaseca por
el mismo Rafael Busto, Amador Diéguez y Diego Segura, y también posteriormente
por Luis Alberto Mondelo (tampoco dudamos que otros después o incluso antes,
también preguntaran por este tema). Lo que si sabemos, es que en esas primeras
entrevistas, no hubo anotaciones y no hubo grabación de ningún tipo para
documentar la Danza y todos los detalles que la acompañaban. Diego Segura nos
comentaba de una de esas entrevistas, que en ella estaba una hija del Sapín, el
conocido como Vergara que era su yerno y un vecino de Molina. Entre otros
detalles recuerda claramente la explicación por parte de este vecino de como
Victoriano les decía a los Danzantes, que si alguno se perdía en el trenzado de
cintas, antes de provocar un error que impidiera el poder destrenzarlas, tirara
de la cinta, ya que esta cedería con facilidad y no se notaría el fallo. También
se afirmaban en que toda la Danza era bailada por hombres. Tanto Luis como
Diego, en un momento u otro afirmaron a título personal en conversaciones que
hemos mantenido sobre el tema a lo largo de los años, que lo que allí les
explicaron no era material suficiente para poder realizar una recreación de la
Danza. Pero esto también es una opinión personal, que nosotros por no ser
partícipes de aquello, realmente no podemos valorar.
Tino hijo del Sapín |
Con todo esto pudiéramos pensar
que la música no se ajusta a lo que pudimos ver en el programa Luar y en otras
ocasiones. Gracias a que se conserva las imágenes fotográficas que de la Danza
de Molinaseca, vemos que se difiere también de la indumentaria adoptada en las
representaciones realizadas por el citado grupo folclórico. Lo mismo ocurre con
el palo de las Cintas, también difiere en algún detalle del que se puede ver
fotografiado.
Desconocemos si la Danza de
Molinaseca se representaba de forma habitual en Ponferrada. Aunque si tenemos el dato que desde antiguo
las Danzas se contrataban para representarse en otras poblaciones al menos en
alguna ocasión. Por lo que hemos expuesto no se puede concluir que la Danza de
Molina y de la capital berciana la misma o similares. Tampoco conocemos quien
era él músico tamboritero que tocaba esta Danza en Ponferrada, si bien pudo ser
el Sapín que tocaba con asiduidad en esta ciudad y en particular en las fiestas
de la Encina, había más tamboriteros en la zona y en los pueblos circundantes
de los que tenemos constancia en esa época.
Sigamos con las diferencias. La
variación que existe en la indumentaria con las fuentes descritas, quizás, la
podemos explicar por otro lado. Ya que este colectivo también realiza y ha
realizado con esta misma recreación (de música, coreografía e indumentaria), la
Danza que describe Fernández Morales en su libro “Ensayos Poéticos en Dialecto
Berciano” publicado en 1861, dentro del poema O San Roque de Paradela. El espacio nos imposibilita reproducir aquí todo el poema. Además, este libro es fácil de conseguir en la actualidad gracias a su reedición. Conviene
señalar que estos textos tienen gran importancia lingüística y tienen un tono
costumbrista y romántico. Su intencionalidad, es la de dar a conocer el variado y diferente vocabulario usado en la comarca a través del verso, todo ello según la visión del autor.
Podemos encontrar múltiples datos de importancia etnográfica, pero esa descripción no fue el principal
objetivo del libro, y por ello no sabemos hasta que punto las descripciones reflejan la
realidad del momento. Su traducción y entendimiento también puede dar a
interpretaciones, ya que es un lenguaje escrito al que no solemos estar
acostumbrados. Entre los versos citados, encontramos una descripción de una Danza en
Paradela con motivo de la festividad de San Roque. Este colectivo, ha vinculado este Paradela de Fernández Morales, con el que actualmente pertenece al Ayuntamiento
de Toral de los Vados y que en 2002 cambió su nombre para ser Paradela del Río.
Fusionando así dos pueblos o barrios Paradela de Arriba y Paradela de abajo. Pascual
Madoz describe dentro del tomo XIII del “Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar”, a
mediados del S.XX dos barrios diferenciados Paradela de Arriba y de Abajo, que
cuentan con una iglesia dedicada a Santa Lucía y una ermita dedicada a San
Roque. En la actual Paradela del Río también nos encontramos con una Iglesia
dedicada a San Roque. En algunos de los pasajes describe detalles del atuendo de los danzantes, más o menos
similares a los que portan los actuales danzantes ponferradinos. También en el glosario de
términos titulado Catalogo y significación de las voces del sub dialecto
berciano, usadas en este libro aparece lo siguiente:
CHIFRA. f . –
Chifla.
DAMA. f. – Dama. En las danzas se llama así
a un muchacho que vistan de niña con tonelete blanco. (7)
La primera representación de esta
Asociación Cultural de la Danza que realiza fue de hecho en Paradela del Río
con motivo de la celebración del San Roque. Y en otras ocasiones esta misma
Danza ha servido para ilustrar el trabajo de este colectivo respecto de la obra
de Fernández Morales. Posteriormente se empezó a celebrar de forma habitual
(que no ininterrumpida) en Ponferrada y en otras poblaciones. En sus inicios
realizando un recitado de versos y en alguna ocasión acompañándolo de algún personaje
y representación a mayores.
La Danza que vimos en la
televisión en el programa Luar, también se pudo ver en la localidad de Bembibre
en la última celebración de la Bajada del Santo. En ella, con otras cintas
rojas bordadas, pasaban a representar con la misma música, coreografía y por el
resto indumentaria, la desaparecida Danza de Bembibre. En esta ocasión
cambiaron las habituales cintas rojas de raso serigrafíadas en blanco que cruzan en el torso, por otras del mismo material Igual que con el tiempo (y ahí tuvimos bastante que ver en ello) cambiaron las
banderas de raso serigrafiadas en negro con el nombre del grupo y el escudo del
momento del ayuntamiento de Ponferrada, por pañuelos de seda.
Todo esto ligado a ver cómo ha
ido cambiando la propia coreografía a lo largo de los años, en algunos de sus
detalles, nos hacen pensar que no es todo exactamente como se afirma. La
recreación de una Danza bien documentada, no tiene por qué estar sujeta a
variantes a lo largo del tiempo. Pero esta no es la única variante que se ha
ido realizando.
El reparto de los diferentes
papeles o personajes de la Danza también ha sido motivo de variación. En las
primeras representaciones realizadas por el grupo, el papel de Dama era asignado a una chica,
posteriormente fue a un chico, y desde entonces ha seguido variando. Los
danzantes si bien, son normalmente masculinos en ocasiones (como es habitual en
un colectivo ligado al baile) también lo han danzado chicas. Lo mismo ocurre
con la parte denominada Danza de cintas, este grupo normalmente la realiza
danzando mujeres que suelen ir ataviadas con el traje tradicional o regional en
su versión más completa, incluyendo la mantilla de ir a misa. Si bien, en alguna
fotografía y representación en forma de cuadro, esta parte de la Danza era realizada por
mujeres, en la entrevista que citamos antes y a la que asistió Diego Segura,
este entrelazado de cintas, al igual que el resto era realizada únicamente por danzantes masculinos.
Incluso, en muchas actuaciones (e internet es fiel reflejo de algunas de ellas pues hay múltiples vídeos en youtube), hemos visto como la danzaban cuatro hombres y
cuatro mujeres ataviados con indumentaria tradicional, no con este atuendo de
danzantes. Esto último es inusual en las Danzas, al menos hasta la actualidad
donde se han perdido los roles de género en muchos casos. Una característica
principal de las Danzas rituales es que están adscritas a la realización por
parte de un solo género. Pudiendo aun ser, como el caso de Val de San Lorenzo donde
los Paloteos los realizan o realizaban exclusivamente hombres y la Danza de
cintas exclusivamente mujeres. No tenemos datos que abalen este reparto de
danzantes masculinos y femeninos. No podemos decir más sobre estos detalles.
En muy pocas ocasiones, este
grupo también ha realizado un paloteo junto a esta Danza. En el discurso que le acompaña en las
actuaciones, se hace referencia a la misma Danza de Molina. Su música no
coincide o asemeja (a nuestro criterio) con las recogidas por Juan Tomás, que al
menos anotó la música de dos paloteaos diferentes en Molinaseca.
Quizás estas variaciones (y nos
queda alguna más por detallar) se deban al posicionamiento ideológico
subyacente en la dirección artística del grupo. Pues aunque surge en los años
setenta, donde ya se empezaban a vislumbrar nuevos posicionamientos para la
representación del folclore, también nace muy ligado al modelo imperante en el
momento dominado por los grupos de Sección Femenina de Falange, también
denominados en otros lugares Educación y Descanso. Y esto lo podemos observar y
ejemplificar con muchos más hechos en los que se da a entender que no es
adecuado o valido interpretar un repertorio bailado, cantado o tocado tal como
lo realizan las fuentes (es decir informantes, gente que lo realiza o realizó
en su día), no siendo válido en ningún caso para formar parte de un repertorio mostrado en
actuaciones. Sino que necesita una reelaboración artística para ello. Por
ejemplo, en esa primera representación de la Danza en Paradela del Río, se recitó también parte del texto en verso escrito por Fernández Morales al que hemos
hecho referencia, pero fue traducido al castellano pues no debía ser adecuado
en ese momento respetar la lengua y el texto de Fernández Morales. Si bien las
formas podemos pensar que no han cambiado, si hemos visto como el discurso de
este y otros grupos se ha ido modelando al calor del momento y de la tendencia
imperante. Hoy se suma a la tendencia actual hablando de investigación, de
mantenimiento de las tradiciones, de trabajo de campo… Pero quizás no estemos
lejos de un fenómeno que en las "Baille y danza tradicional n´Asturies. Xornaes
d´estudiu" celebradas en 2007 fue denominado como Grupos de Reconversión (y así
se refleja en las actas de dichas jornadas). En las que se calificaba de esta
forma a los colectivos folclóricos herederos de aquellos posicionamientos y
usos de la Sección Femenina que maquillaban ciertos aspectos como sus
coreografías (simplificándolas principalmente) o modificando parcialmente su
indumentaria para hacerse pasar por grupos etnográficos que basan su trabajo en
la investigación de las fuentes y la posterior recreación de esos materiales de
la manera más fiel posible.
Creemos que todos estos datos
pueden arrojar luz sobre las afirmaciones que vimos el pasado viernes, pero que
también hemos escuchado durante años y que nos parecen poco apropiadas. Además,
seguramente más personas puedan aportar más datos confrontando
hechos y puntos de vista diferentes. Tampoco queremos quitarle importancia al
trabajo de un colectivo que ha estado durante décadas ininterrumpidamente
realizando su labor. En apariciones como la del pasado viernes también hay
detalles a tener en cuenta como positivos, como el darle importancia y
protagonismo a dos instrumentos como la flauta y el tambor que no pasan por su
mejor momento, o el trabajo colectivo realizado para sacar cualquier actuación adelante, con todo lo que ello implica.
Personalmente opinamos, que con
estos datos, podemos pensar que lo que se lleva tiempo calificando como Danza
de Molinaseca y o de Ponferrada, tiene más de interpretación personal, trabajo
de creación coreográfica o de indumentaria y recreación, que de continuación y
pervivencia de una tradición (perdida en este caso). Pensamos que se trata de un
número limitado de datos de épocas dispares, de lugares más o menos
alejados (aunque Molinaseca y Ponferrada son localidades muy próximas, la
actual Paradela del Río está a más de 20 kilómetros de distancia), interpretados
todos ellos de forma muy libre, escogiendo según el interés del momento, detalles de cada una de las tres Danzas descritas, realizando en la actualidad
y en el pasado un remake al que siempre se le adscribe la etiqueta de berciano.
Creemos que ciertas
consideraciones en el discurso que acompañan el trabajo de este colectivo pueden ser perjudiciales para nuestra cultura y patrimonio, más
si pasan sin ningún tipo de filtro a formar parte de un sentimiento identitario
local, adscribiéndose a una tradición a la que creemos, no pertenecen tan
claramente como nos están explicando. El mérito de esta actividad, así como de las aportaciones realizadas por el grupo pueden venir de muchos otros valores, que si están
presentes, como el esfuerzo social y personal que supone mantenerla, o de la
capacidad de creación. Su éxito y valor no pasa necesariamente por estar ligada
en mayor o menor medida a una tradición.
No somos los únicos conocedores
de todos estos datos. Pero el ver, como se repite este discurso durante años,
genera en muchos, cierto malestar en algunos ya que existen personas que se han documentado sobre el tema. No
sabíamos cómo abordar ese malestar de una forma productiva y no destructiva
(esperamos haberlo conseguido esta vez, al menos así lo hemos intentado). Aclarar también que no fuimos parte en las entrevistas realizadas en Molinaseca o Ponferrada sobre
este tema. Únicamente participamos durante un tiempo en este colectivo y la
realización de esta Danza. Posiblemente existan más testimonios y documentos
que puedan aportar más todavía. Sin centrarnos particularmente en este tema,
nuestra pasión nos ha llevado a recopilar todos los datos que hemos podido y
que son los que aquí hemos compartido.
El ir conociendo todo lo aquí descrito nos abrió los ojos. Ya que en este
y otros temas, teníamos más incertidumbres que certezas. Sin ningún tipo de
rencor, pero con la madurez y tranquilidad que tenemos actualmente, sentimos
que algunas cosas no se llevaron y llevan a cabo de la mejor manera y que el discurso nunca fue
coherente con lo que realiza o se realizaba. Pero esto también es opinión.
Vemos como en el ámbito académico
se confrontan datos, argumentos, e ideas con total normalidad, esperamos que
también acabe pasando esto en nuestro ámbito. Ojalá textos como este, pudieran
servir con el tiempo para ello. Nosotros en esta ocasión sentimos el impulso de
dar nuestro particular punto de vista compartiendo esta información, sintiéndolo
como una obligación moral ineludible por más tiempo.
Para terminar, queremos decir que
esta es nuestra visión más o menos crítica de este tema en concreto. En la
entrada incluimos nuestra opinión personal, pero cada uno puede sacar sus
propias conclusiones. Posiblemente nos quede mucho por aprender y corregir.
También puede que estemos más o menos acertados, pero la investigación,
divulgación y publicación basada en datos siempre es positiva. Quizás estamos
totalmente equivocados, pero la información aquí recopilada se encuentra así
descrita en las fuentes citadas.
Después de mucho reflexionar
llegamos a la conclusión de que cuando se retuerce la realidad en el folclore
(como dice el título de la entrada), realmente no suele pasar nada. A veces
hasta vas a la televisión.
Diego Bello Fernández Bembibre a 10 de Noviembre de 2019
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