Los términos “Danza” y
“Baile” son términos muy diferentes dentro de la cultura tradicional. Cuando
hablamos de Danza nos referimos a movimientos coreográficos muy definidos en
oposición a los Bailes que cuentan en general con un carácter más libre y
espontaneo.
Son varios los aspectos que los diferencian y los vamos a
enumerar a continuación:
¿Por qué?
Las Danzas se realizan con marcado carácter ritual,
muchas veces religioso, otras veces gremial pero formando parte de una ceremonia
concreta. El Baile por lo contrario busca simplemente la diversión de sus
participantes y siempre ha sido parte del cortejo.
¿Dónde?
El Baile es susceptible de practicarse en cualquier lugar
mientras las Danzas al estar unidas a un rito tienen un lugar concreto donde
celebrarse.
¿Cuándo?
Cualquier momento es bueno para el Baile, mientras que
las Danzas tienen un momento muy concreto para realizarse (una fecha/s
específica para realizarse) y para ese momento se ensayan durante semanas.
¿Cómo?
En ambos casos al ritmo de la música pero normalmente con
melodías muy diferenciadas. En la Danza se suceden las diferentes partes con un
orden muy concreto a veces partiendo de representaciones bíblicas o guerreas.
El baile no tiene esa rigidez y aunque dentro de un orden se van sucediendo las
piezas de forma más espontanea.
¿Quiénes?
Las Danzas suelen interpretarse por grupos de sexos
diferenciados y de forma grupal y en ella aparecen personajes bien
diferenciados, algunos de carácter gracioso o burlesco. El baile es siempre
entre dos y prima por encima de todo la pareja, ya sea suelto o agarrado.
¿Con que?
El Baile no necesita de ningún tipo de aderezo o
indumentaria especial (aunque en ocasiones el baile es con castañuelas), sin
embargo, la Danza se baila con un atuendo para la ocasión y dentro de ella es
muy habitual que algunas de sus evoluciones incluyan palos, arquitos, espadas y
castañuelas.
No
conocemos el origen del Baile, parece humana esa necesidad de bailar pero si
tenemos noticias de cuando se empezaron a celebrar de forma continuada hasta
hoy las Danzas rituales. Estas Danzas se incluyeron dentro de la celebración
del Corpus y su Octava en el S. XII por el Papa Urbano IV, empezándose a
celebrar en la península en 1320 en Barcelona apareciendo de igual forma
documentadas por casi toda Europa. A lo largo del tiempo parte de este tipo de
danzas se han ido distanciando de esta fiesta adaptándose a otras
festividades locales, conservando también otros elementos que le son
propios.
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